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miércoles, 23 de diciembre de 2009

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Tarjetas de Navidad

Díganme incoherente si quieren, suelo serlo, pero supongo que me atacó el síndrome de Scrooge y no quise que me viniera a visitar el fantasma de las navidades futuras debido a mi desnaturalizado espíritu anti-navideño. Hace unos días no quería armar el arbolito ni el pesebre, y hoy tengo un pino precioso en un rincón, el pesebre y una media – remendada – en la estufa, y la corona en la puerta. Claro que fueron las nenas las que armaron casi todo, pero yo supervisé (me sale bárbaro eso); solo espero que pongan tanto empeño en des-decorar como pusieron en hacerlo.

También consideré mandar algunas tarjetas de navidad, pero no llegaron a tanto mis ansias de redención, así que ni siquiera mandé de las virtuales; sin embargo el otro día mi amigo Charly me pasó el link a esta página y me entusiasmé. Espero que les guste, es mi tarjeta navideña de este año (y el que me niegue que estoy redimida, que se las arregle con los fantasmas de Dickens él mismo)

Eli me prohibió que publicara el video, y seguramente ya la tendré que escuchar cuando se entere (ni hablar de cuando sepa que lo publiqué en el Facebook también). De cualquier forma, como me negué a pagar los 4,99 dólares que pedían para descargarlo permanentemente, se podrá ver solo hasta el 15 de enero; supongo que eso la consolará un poco. A Ale le encantó, aunque su primer comentario fue: “¡saliste flaquita, mamá!”

Y bueh, todo sea por el sobrevaluado espíritu navideño.

Send your own ElfYourself eCards


Ahhh, y ya sé que está en verde y rojo... no fue idea mía, venía así el video (sigo creyendo que no combinan).


EDITANDO: Bueno, Eli estará feliz, ya no se puede ver el video. Lo lamento por los que llegaron tarde para deleitarse con nuestra danza.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

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Con la boca llena de flores

You must remember this
A kiss is still a kiss
A sigh is just a sigh
The fundamental things apply
As time goes by


‘As time goes by’
‘Casablanca’










Sabían que si buscan ‘beso’ en el Google aparecen 48.200.000 resultados en 0,29 segundos? Posta, lo acabo de hacer. Evidentemente hay mucha gente interesada en el tema por ahí. Como ven, me levanté con ánimo científico hoy, aparte de estar muy aburrida en la biblioteca, para variar.

beso.
(Del lat. basĭum, voz de or. celta).
1. m. Acción y efecto de besar.
2. m. Ademán simbólico de besar.
...

besar.
(Del lat. basiāre).
1. tr. Tocar u oprimir con un movimiento de labios, a impulso del amor o del deseo o en señal de amistad o reverencia.

Cuando me puse a leer algunos de los artículos me llevé muchas sorpresas, para empezar, me enteré de que existe una ciencia que se dedica a estudiar los besos: la Filematología, “ciencia que estudia todo lo referente a lo que se considera un lenguaje universal y no verbal para demostrar afecto”.

Siguiendo con la filematología, encontré otro artículo que dice que el beso cuanto más húmedo y con más lengua es mejor – se apoya en la teoría de que las mujeres podemos analizar inconcientemente la saliva de nuestros compañeros para saber si serán buenos padres… genéticamente hablando, supongo, vaya a saber si te puede decir si cumplirán con la pensión alimenticia y el régimen de visitas también, ‘besos espías’ los llaman. Y hay otro que anuncia las bondades de la ‘terapia’ del beso: los besos estimulan la parte del cerebro que libera oxitocina en el flujo sanguíneo - la oxitocina nos hace sentir bien y reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés - y los besos apasionados liberan adrenalina, que tiene múltiples beneficios para la salud; todo esto siempre y cuando besemos a la persona adecuada, claro. Aunque no todo es bueno, no nos olvidemos de la enfermedad del beso, la famosa mononucleosis.

La Santa Wikipedia tiene una entrada sobre el tema, obviamente, y el diario El País – edición digital – nos dice que a Richard Gere, hace un tiempito, lo juzgaron en la India por besar a alguien en un evento de beneficencia; les diré que romper la ley nunca me pareció tan tentador...

¿Sabían, además, que al parecer cada signo zodiacal besa de forma diferente? Los de Libra somos Chefs, besamos a la carta. En serio, miren: “Si Libra se caracteriza por desear agradar a todo el mundo, en el terreno de pareja no va a ser menos. Besa a la carta.” Eso significa que nos adaptamos a cada persona, todavía tengo que decidir si eso me hace inteligente o acomodaticia; nadie se quejó de mis besos hasta ahora, lo que me hace dudar más todavía. ¿O será que mi menú es bueno? También me enteré de que nuestros rasgos nos definen la personalidad, y por supuesto, cómo besamos; algo que ver con el tamaño de tu boca y el grosor de tus labios (¿a alguien le suena a morfopsicología eso?):


Los labios gruesos son indicios de que la persona es amante del placer y la comodidad, es optimista y sabe disfrutar cada instante de su vida, así que para ella cada beso, no importa su forma o duración, es disfrutable. (Mis labios son más bien gruesitos, y soy cómoda y disfruto de los besos... tan errado no está esto)


También hay ‘recetas’ para besar bien, ¡hasta un tutorial en video! Lástima son todas teóricos, ninguna viene con sujeto de práctica. Pero bueno, se puede practicar con un peluche, una foto, el jardinero o el vecino, ¿no?

La verdad es que tanta información sobre besos me sorprendió. No tengo demasiada experiencia en besos; bueno, eso escrito así es medio engañoso, en realidad tengo mucha experiencia en besos… poca en sujetos besados, creo se cuentan con los dedos de las manos (dos manos, no se pongan graciosos). Claro que no me quejo: soy una firme adepta a eso de la calidad ante la cantidad, aunque nunca entenderé por qué tengo que elegir.

Díganme, ¿no les gustan los besos en las películas, sobre todo los del final, cuando aparece la luna detrás de los amantes y el ‘The End’ con letras cursivas? Aunque hay besos menos castos que hacen querer protagonizarlos: ¿quién no desearía ser Deborah Kerr en ‘De aquí a la eternidad’?



También me gustan los cuadros de gente besándose, empezando por el de Gustav Klimt, que es el que se me viene a la mente primero, y el de René Magritte, con esas caras embolsadas que me asustan, aunque creo que mi preferido es el beso lloroso de Roy Lichtenstein. Uff, y todos los que hay que no recuerdo o conozco.

En la literatura hay autores que los describen con maestría, como Julio Cortázar en el capítulo 7 de ‘Rayuela’:


...nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

Hasta en la Biblia encontré referencias a los besos: “Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa; Miel y leche hay debajo de tu lengua.” (Cantar de los Cantares 4:11)

Me apena tener que separar adolescentes en los corredores, me siento una aguafiestas perdida, pero bueno, a veces los espectáculos rayan las dos X – aunque recuerdo haber dado algún espectáculo yo misma al son de ‘Bailar pegados’ con mi ex, en el medio de una pista de baile donde pocos sólo bailaban. Hablando de eso, siempre me encantaron las canciones que los mencionan, me emociono cada vez que Ilsa le pide a Sam que toque, y hasta Sabina me está gustando: “lluvia que llueve, besos con sal...” (las cosas que logra el Amigo, mi dios).

Y está visto que como yo, el resto del mundo tiene algo que decir sobre el tema, aunque la Tere dice que no tiene opinión formada al respecto porque: “soy simple, ¿viste?” –seguro, y yo soy la Madre Teresa, a Estrella cuando le pregunté se le escapó un “ufff!” y el Amigo me dijo que sin duda me gustaban mucho los besos a mí.

Para variar tiene razón, o no estaría divagando sobre el tema. Bueno, yo y medio mundo más. Creo que no me levanté nada con ánimo científico hoy, creo que ando con ganas de besos nomás. Habrá que ponerse las pilas.



lunes, 14 de diciembre de 2009

2

Notas para un blues

Do
     lor por estar contigo en cada cosa. Por no dejar de estar contigo en cada cosa.
Por estar irremediablemente contigo en mí.

Re
     cordar que mis monedas no me permiten adquirir. Que
mi deseo no es tan poderoso como para taladrar blindajes,
ni mi atrevimiento tan hábil como para no hacer saltar la
alarma. Recordar que sólo debe mirar los escaparates.

Mi
     edo por no llegar a ser, por ni siquiera conseguir estar.

Fa
     cilmente lo hacen: clavan sus espinas invisibles, abren la
puerta del temor, hacen que renieguen de mí misma cuando
menos se espera. Y ni siquiera saber cuántos han sacado copia
de mis llaves.

Sol
     o he logrado el punzón de la pica, la lágrima del diamante
o los caprichos del trébol. Quizá no existan los corazones.
Quizá es que sea imposible elegir.

La
     bios sellados, custodios del mejor guardado secreto, del recinto en donde las palabras reanudan
sus batallas silenciosas, sus pacientes y refinados ejercicios de rencor.

Si
     crees que es paciencia, resignación, inmunidad o anestesia te
equivocas. Es que he procurado cortar todas las margaritas
para no tener que interrogarlas.




Ana Rossetti

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Strangers in the night

Cuando en la noche surge tu ventana,
el oro, taladrando los visillos,
introduce en mi alcoba tu presencia.
Me levanto e intento sorprenderte,
asistir al momento en que tu torso cruce
los cristales y la tibia camisa
sea a la silla lanzada.
Mi pupila se engarza en el encaje
y mis pies ya no atienden, de las losas, el frío.



Ana Rossetti

miércoles, 9 de diciembre de 2009

1

Verde y rojo

Acabo de discutir con mis hijas porque no tengo ganas de decorar la casa para la Navidad. ¿Por que tengo que decorar la casa si no tengo ganas? ¿Es obligatorio ser mamá las 24 horas del día? No puedo tener un período de gracia, digamos... ¿una hora después de despertarme de la siesta? No soy yo cuando me acabo de levantar a la tarde, ¿vieron esa gente que no habla hasta que no toma el primer café de la mañana? Algo así, solo que de tarde, se ve que soy haragana hasta en mi malhumor. Lo que no entiendo es cómo gente que vivió toda su vida conmigo todavía no lo sabe manejar. Y ya sé que ya pasó el 8 de diciembre, pero no tengo ganas de armar el arbolito. Ni el pesebre. Heredé uno de mi tía Yoyó cuando se mudó hace años, y debo admitir que queda precioso en la estufa, pero la gata obviamente es de la misma opinión, porque siempre se le ocurre dormir en la cuna del niño Jesús y no sé si el pobre sobrevivirá una Navidad más; Flor ya mató un camello y dos ovejas el año pasado. También se me quemaron las lucecitas del árbol y no puedo conseguir unas que no me enloquezcan con su ‘nochedepaznochedeamor’, las medias que se cuelgan de la estufa tienen agujeros, la corona de la puerta está descolorida de tanto sol, ¡Navidad no debería ser en verano!, y aparte de todo eso, para mí el verde y el rojo no combinan.

domingo, 6 de diciembre de 2009

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Sí, lo he deseado

Que tu lengua abrace
mis labios.

Que recorras uno a uno mis pliegues,

saboreando
el rastro húmedo de mis vertientes.


Que mis manos le enseñen a tus manos

dónde
quiero guardar tu tacto amargo.


Que te bebas mi carne y te comas mi llanto.


Sí, lo he deseado.












Imagen: 'Blue girl' de Audrey Kawasaki

viernes, 4 de diciembre de 2009

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Music healing

Maybe you didn't read my previous posts -much previous posts, like... 2007 or so- but some years ago, I was addicted to an online roleplaying game called L.A. by Night. There, Alessandra Hunt was my playing character; she was a hybrid: half shapeshifter demon, half human. During the Fourth Season of the game, she got infected with ‘Hyde’, an artificially engineered virus that held to her supernatural side. At the end of the season, I ‘cured’ her of it, using a ritual called the ‘Primal Form’. I’m pretty proud of this post, that’s why I’m publishing it now and here. Loved writing it, would love you reading it.









Alessa stood on the threshold of the living room and surveyed Inés' movements as she finished the last preparations for the ritual: she had cleaned the room of furniture and rolled the mats up to show the dark polished wood of the floor, on the center of which she had drawn three large concentric rings with white chalk and three smaller circles at their side. There were candles everywhere, and their sweet scent filled the room, she could almost feel their warmth.

Alessa looked apprehensively at Inés as the time for the ritual became close. She’d explained the entire process to her, but she was still afraid. Taking Primal form implied a level of connection with her demon side that she had never achieved before, thus far she had never been introduced to its mysteries. She bit her lip and shifted on her feet as she watched Inés light the last candles. She could see that her cousin was nervous too, but determined; she too knew the dangers of the ritual.

“Do you understand, then?” Inés asked for the fifth time, startling her.

, Inés,” Alessa answered.

Bien. Bien.” The demoness sounded distracted. She brushed her hair back from her face and tied it with an elastic band, before breathing in and smiling at her. "Is Ellis still outside?" she asked.

"," Alessa confirmed. The man had volunteered to make guard outside the room, so nobody would interrupt the ritual, and he would be close when it ended. She felt reassured from his being there too.

Inés nodded. “Step inside the big circles, then,” she said, walking to occupy the smaller ones. “Careful not to disturb the markings. No clothes,” she added.

Biting her lower lip, Alessa took off Tash's oversized robe and, stark naked, she stepped over the white lines and settled in a lotus position in the middle of the circles. She took a deep breath and flexed her hands to relieve part of the tension as she moved her head in circles and exhaled, then she looked at her cousin and nodded. She was ready.



Leer más...

    "Bueno, prima, this is it," Inés said, rotating her own head and smiling shakily. "Change into your demon form, please," she added, changing as well, and Alessa watched with interest how her cousin closed her eyes and gradually submerged into a deep trance.

    A shimmering in the air surrounding the darker form of her cousin startled Alessa. She squinted slightly, thinking her eyes were playing tricks on her, but the flickering around Inés grew more distinct. It was like the waves one saw over the pavement on the hottest days.

    Alessa reached out her hand, but she couldn't feel any heat. Slowly the shimmering around Inés grew to fill a larger space, and another form superposed her cousin's. Inés' brown fur darkened into her grandfather's black but greying one and her size grew. She could still see Inés though. It was like magic, she thought, amazed. But yet, she knew it wasn’t. Her grandfather had come to help her.

    She hadn't seen him for more than twenty years, since he had decided to let her believe him dead. She knew she should be angry at him for such deceit, but at the moment all she could feel was the warmth of her love for him tingling through her limbs.

    "Hola abuelo," she whispered, tears coming to her eyes. The huge darkness over Inés nodded its head and she could fathom a smile on its demonic mouth, but it was enough. Alessa knew that he shared her feelings.

    Then the dark flickering reduced its size and settled into Inés' form again, and her cousin opened her eyes and it was as if her grandfather had never been there. Yet Alessa knew he was inside the demoness now, seeing through her eyes and talking through her mouth.

    Her cousin/grandfather spoke then, the voice sounding like Inés' but the words bearing the solemnity of Shongu's.

    "The Verbatis defend themselves in a way unlike any other. By reaching our Primal forms, we either fight outside or inside threats. That's how we heal and defend ourselves under extreme circumstances.”

    "Every Verbati is part of a great pattern, and any pattern can be attained by shifting. We heal by becoming one with the injured pattern, and then shapeshifting to transform the pattern so that the injury is made whole.

    "We became the singer and the song, the dancer and the music. Matter and energy.

    "There's a foreign entity inside you now. I can feel it, its blackness… it's tainting you, clouding your judgement and feelings; your music. It's feeding off you."

    There was a small pause and he/she went on. "But in merging with you, it has doomed itself. It has become a part of you; it became you and thus, prone to be affected by you as well.

    "This entity has disrupted your demon's innate tendency for pattern stability. This trait is the underlying source of both our strength and fragility. We shapeshift to attain stability. Our body has an inbuilt sense of self preservation, and will start making changes to itself whenever it senses an incompatibility with its inside or its environment. That is our Primal form, that changing.

    "Taking your Primal form will get you to attain your stability again. But it has risks. It requires a certain preparation and linking with your inner self that may not be achieved. To perform the Primal ritual for the first time another Verbati should be granted sufficient access to your mind, to guide you through. This is the only way a Verbati can do the ritual.

    "I ask you now; do you grant us permission to join you?"

    "I do," Alessa answered, almost choking in the words. She had known all her grandfather said, but she also knew what he hadn't said. Healing in this way could be fatal if the demon was suffering instability, as the base pattern could shift in unpredictable ways and cause even greater problems. She knew the risks, but there was no other way. She was infected and needed to get rid of the sickness.

    Inés/Shongu nodded and started to chant softly. The words sounded rough and harsh, but they had a certain rhythm that made Alessa's blood pump in tune with them. The cadence of the chanting grew in intensity and the demoness felt as if every hair on her body stood erect, and tingled with the added inner energy; then suddenly Alessa felt the distinct presence of other being/beings inside of her.

    She opened her eyes and stretched her arms; they felt heavier and larger. Her cinnamon fur darkening as earlier, when Shongu had come to occupy Inés' body.

    *It's all right, you are not alone.* Inés/Shongu's voice startled her as it came from inside her mind. *Close your eyes and just feel it. The music.*

    *The music?* Alessa frowned, and instantly felt her frown disappear; she was not alone.

    *Yes, the music. Feel it. Every being has a tune of its own, and their tunes overlay in a universal cadence. Every individual pattern is a series of notes in the great symphony.*

    Alessa stilled, and she forced herself to hear, but it was impossible. She couldn’t work out the music. She started to shake her head, when the slightly annoyed inner voice added, *Not with your ears, Alessa! Listen with your soul! You are part of the music, listen to your heart.*

    As she focused she could hear the rhythmical thumping of her own heart, *tum, tum, tum,* and it became louder and louder, setting the base to her own rhythm. Alessa smiled in triumph and she could sense the approving nod from Inés/Shongu. *Your blood,* came the command and Alessa started listening the riotous sound of her blood running through her veins. It was exhilarating, the sprinting sound. *Your breathing.* Alessa strived to integrate the sounds of her breathing to the organizing sounds of her own pattern. Soon the pulse of energy coursing her was simplified and enhanced in the form of music, affecting her mind and body at many levels.

    The sound of a voice chanting reached her ears and she took a few seconds to realize that it was she who was singing and she faltered. *Don’t stop!* came the reprisal, *You are toning, this is good.* Alessa knew what that was, toning was the conscious elongation of a sound using your voice. She was singing her music!

    *Now listen to us,* Inés/Shongu said, and Alessa started listening to their toning. There were subtle differences; she had her own rhythm but Inés' music attuned to hers and they sang in a chorus now. Alessa felt more complete; she allowed the tones to emerge without trying to control them and she experienced a cleansing feeling, of body and soul. She wanted to laugh from the exhilaration of it.

    Suddenly it was there, the discordant tone, the mismatched pace. Alessa frowned, and she opened her eyes. *Don’t stop!* Inés/Shongu commanded, *That's Hyde's singing. You have to overcome it, make the music whole again.*

    *But, how?*
    Alessa asked, suddenly terrified. She could feel the darkness in the virus' music, the evilness. It corrupted hers, it ruined it, made it soiled and inharmonious. *You have to vibrate to your own rhythm, make your body dance,* came the cryptic response. *Shift!*

    And she responded with an ease that surprised her. She shifted; she followed her music and shifted in accordance, trying to outmatch the discordant tones of the virus. She let herself get lost in the music and she felt overjoyed in the power of her kind. But to an outside observer the sight would have been terrifying as she morphed, shifted into anything and everything she'd ever been; slowly at first and then so rapidly that one form couldn’t be discerned from the other.

    Alessa could feel the virus resisting, singing its own darker music and trying to overcome hers, but her resolve strengthened and her shifting reinforced to win over the entity. As her DNA codes changed ever so swiftly, the virus found itself losing foot and gradually dying. She elated when she felt her melody slowly overcome the dissonant tones of Hyde; and she reinforced her toning and morphing, following the downing cadences of the virus without mercy. She gave herself free rein to pursue and destroy the final remnants of the darker entity.

    As she became unstable, losing her pattern; Inés/Shongu's toning grew in volume, and their presence in Alessa's mind strengthened their grip on her conscience, slowly braking her shifting. The demoness fought to be free again; she wanted nothing but the elation of pure shifting, but Inés/Shongu's hold on her was too strong and they gradually stopped her.

    However, Alessa's music gradually lowered too, as she sank into herself, exhausted after her spurt of energy. Her music became lethargic, downed, asleep. She receded into herself, blocking out outside influences. Her form stopped changing, slowly losing its boundaries and subsiding into an amoeba-like blob in the middle of the circles, only the white chalk lines preventing her from spreading on the floor like a pool of water.

    Inés/Shongu's music changed again; it became seducing, cajoling, bullying. It sank into Alessa's pattern, searching for that spark of conscience that would make her come back. Appealing to her sense of self preservation, Inés/Shongu demanded and pleaded, commanded and coaxed, trying to get a response from the demoness.

    But Alessa didn’t want to respond. What little conscience still was, it felt safe, protected and at peace. She had never felt so at peace before, she didn’t want to come back. So she just let Inés/Shongu's toning wash through her, let their music get through and lose itself. She didn’t want to hear, but that bothersome tune kept following her, its tones getting harder and more imposing by the minute. Then she started to see as well, flashes of her life came through the fog that enveloped her awareness: her father, her family, Morris; Chance, Cole, her friends, Ellis…

    Alessa's blob started to twitch, rippling like a pond hit by stones, and her mind started to respond too. She moaned, pleaded and begged to be left alone, to just enjoy her peace. But the images were unrelenting, showing her joys and sorrows, her life; and the music was merciless, pounding into her, making her own rhythm accelerate to match it. Slowly, as her music sped up, she started to regain her form too, losing her amorphousness and becoming definite again.

    Some time later, a very exhausted Inés stood up and staggered to where her cousin lay in a foetal position in the middle of the white circles. She covered Alessa with a blanket and walked to the door.

    "You can come in now," she told Ellis.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

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Mollejas, sexo e Internet

Tengo locura por las mollejas, me gustan mucho. Son ricas y hace tiempo que no como; el Amigo me prometió mollejas en la estufa este invierno, pero creo que voy a tener que esperar a la parrilla en el verano porque no se dio. Así que se imaginan que contenta me puse cuando encontré este artículo en un blog: "Comer molleja aumenta la potencia sexual"; ¿qué mejor argumento para persuadir a un hombre de hacer algo?

“Parece que el componente adiposo se balancea a la perfección con el contenido proteico en las mollejas. Esto hace que la circulación sanguínea se acelere y por lo tanto produzca fuertes y duraderas erecciones. A su vez la calidad de midiclorianos que contienen lleva a aumentar el tráfico hormonal en la espina dorsal, estimulando la producción de feromonas que atraen al sexo opuesto.”


Según el autor del blog, sus palabras se basan en un estudio sobre chimpancés fuera de época de celo realizado por la Universidad de Maryland, y hasta tiene un link a dicha universidad, aunque no al artículo mencionado. Parece bastante convincente, ¿no? Sobre todo les permite a los hombres comer mollejas sin culpa, al contrario, pensando que es beneficioso para la salud - casi como fumar marihuana por motivos medicinales, ¿no? ¿Quién quiere ostras cuando tiene mollejas?

Ahora, después de una segunda lectura yo me pregunto... ¿las mollejas también aumentan la conexión con la Fuerza? Porque que yo sepa, los únicos midiclorianos que existen, son los creados por George Lucas para explicar a sus Jedis y sus poderes:


Los midiclorianos son, según George Lucas en el universo de ficción de Star Wars, criaturas microscópicas que se encuentran dentro de todos los seres vivos en simbiosis, y gracias a las cuales se puede entender los designios de La Fuerza y es posible que de la vida.
Midiclorianos – Wikipedia


Todavía me estoy riendo.

Aunque por otro lado, pienso en la cantidad de veces que nos toman el pelo con este tipo de ‘bromas’ y me eriso. Claro, esta vez me di cuenta, Star Wars es lo mío (a mucha honra), pero deben ser muchas, muchas las veces que me han engañado con alguna pavada así. Ni modo, es Internet.

Lo peor es que tendré que seguir esperando mis mollejas.

martes, 1 de diciembre de 2009

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Star Trek XI


“Hace mucho tiempo, en una galaxia lejana...”
(No, perdón, eso no está bien. Déjenme empezar otra vez.)

“Era el amanecer de la tercera era de la humanidad...”
(Ufa, no. Esto tampoco está bien.)

“En el espacio, nadie te oirá gritar...”
(Nop.)

"A principios del siglo XXI, la Corporación Tyrell desarrolló
un nuevo tipo de robot llamado Nexus...”

(Menos.)

"El espacio, la frontera final. Éstos son los viajes de la nave espacial Enterprise. Su continua misión: explorar extraños nuevos mundos, buscar nuevas formas de vida y nuevas civilizaciones, viajando temerariamente a dónde nadie ha llegado antes..."
(¡Bingo!)





Saben? Yo vivo en un pueblo chico que se hace llamar ciudad; lo que quiero decir es que aunque tiene el tamaño de una ciudad –el 70% de la cual está deshabitado durante los meses de invierno, eso sí– su mentalidad es la de un pueblo chico. O sea que no podés lograr que un sanitario te venga a arreglar el desagüe de la cocina (ni dos, ni tres sanitarios; ni que un electricista te arregle el teléfono o un carpintero te termine los cajones del placard que empezó hace seis años), que los negocios tienen horarios increíbles, que los sábados de noche no hay dónde ir y que no tiene cine... bueno, tiene un local que proyecta películas, pero en mi humilde opinión, no se le puede llamar cine.

El tema es que si quiero ver una película tengo que trasladarme a Montevideo o Punta del Este, a 100 y 40 km. respectivamente, descargarla de Internet o esperar a que salga la versión de DVD. Como no me gusta viajar, me mareo casi tanto como Penélope Cruz en ‘Woman on Top’, y no me gusta descargar películas de Internet, suelen no verse bien y demoran demasiado, generalmente termino apelando a la ultima opción. Por eso la demora en escribir esta entrada: recién ayer pude ver ‘Star Trek: el futuro comienza’.

Debo admitir que aunque no soy una trekkie (ningún trekkie que se respete hubiera esperado 6 meses para ver esta película, la onceava de la franquicia en llegar a los cines), me gustó mucho, mucho y me ericé al escuchar a Spock recitar la introducción de la serial mientras el Enterprise se perdía en el espacio y aparecían los créditos finales; sí, al final, la introducción al final.

Me encanta Star Trek, y aunque mi favorita es ‘Next Generation’, veo cada episodio que pesco (de cualquiera de ellas) cada vez que los pesco (también soy Starwarsera, o como se diga, tengo la trilogía original en VHS, varios de sus libros, me gustaron las precuelas y Jar-Jar me cayó hasta simpático) Pero sobre todo, me encanta la ciencia ficción y me encanta una buena historia, y la gente que hizo Star Trek XI creó una buena historia de ciencia ficción.

‘Star Trek: El futuro comienza’
se plantea como una precuela a la serie de televisión de los sesenta, ambientada en el viaje inaugural de la USS Enterprise , y contando los primeros escarceos de sus dos personajes principales: el capitán James T. Kirk y el vulcano Sr. Spock, pero también el doctor McCoy, el ingeniero Scotty, la oficial de comunicaciones Uhura, y demás personajes originales.

Como siempre que veo una película que me gusta, apenas terminó me puse a googlear todo lo que podía sobre ella, y encontré grandes halagos y enormes críticas. Los halagos vienen de la mano de una excelente elección de reparto, buenas actuaciones, un buen apoyo en lo que sabemos de los personajes originales (no me digan que no sabían que Zulu practicaba esgrima), mucha acción y una historia que cierra. Claro, para que realmente cerrara, (sobre todo con la posibilidad de más películas o incluso una nueva serie con los personajes originales) tuvieron que crear una línea de tiempo alternativa con grandes cambios con respecto a la de la serie original, y eso precisamente es la mayor crítica que leí: a los trekkies ‘duros’ no les gustó nadita esa vuelta de tuerca.


*** Alerta de espoiler, evitar leer si no les gusta saber demasiado, o seguir leyendo si pertenecen a los que ya vieron la película cuando se estrenó en junio, o sea, casi todo el resto del planeta***


Que cómo van a destruir Vulcano, uno de los planetas más importantes de la historia trekkiana, que cómo van a inventar un romance entre Spock y Uhura, que cómo van a meter Romulanos pelados y tatuados en la historia, que cómo van a enfrentar a dos Spocks así (por cierto me en-can-tó eso)... que los agujeros negros no provocan rupturas en el tiempo, que no se puede teletransportar dos personas a una nave a velocidad warp, que la materia roja no está bien fundamentada, ni que fueran Michio Kaku, por dios... Además, ¡es una película! y sobre todo, ¡es la visión del director!

*** Fin de la zona de espoilers ***


A mí me gustó. Me gustó el recurso de la realidad alternativa, me gustó la acción que casi no decae en toda la película pero no la roba tampoco, y el casting me pareció genial, especialmente James Tiberius Kirk. Chris Pine se metió en el personaje con todo; su James T. Kirk es divinamente provocador y mujeriego, se pasa la mitad de la película peleando, rebelándose a la autoridad o enamorando mujeres, y la otra teniendo la razón y salvando a todo el mundo - además de ser bien lindo, lo cual nunca es malo obviamente. ¿No los fascinan los chicos malos que se redimen al final?

También me gustaron especialmente Zachary Quinto como Spock, Karl Urban como McCoy y Simon Pegg como "Scotty" (el de ‘Shaun of the Dead’, otra favorita). Estuvo políticamente correcto que le dieran más preponderancia al personaje de Uhura (en la piel morena de Zoë Saldana, una actriz muy bella), interesante que a Chekov lo convirtieran en un niño prodigio (Anton Yelchin) y divertido que Zulu se olvidara de sacar el freno de mano de la Enterprise (John Cho). Hasta Eric Bana está bárbaro -e irreconocible- como el romulano malo. En general, buenas elecciones todas.

El director, J.J. Abrahams (el de ‘Lost’ y ‘Fringe’, entre otras) tomó sus decisiones sobre como narrar la historia, y qué narrar en su historia, y en mi opinión, las decisiones fueron acertadas, pero claro, como dije antes, yo no soy una trekkie. Tal vez sea por eso que encontré que la película estaba tan buena.


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