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martes, 30 de diciembre de 2014

4

Y entonces llegó Gaspar

Yo solía odiar a las personas que visten a sus mascotas. Para mí estaban categorizadas en el mismo escalón que aquellos que escriben manifiestos de despecho en Facebook, o peor aún, los que deslumbran a sus vecinos con flamencos rosado flúo en el jardín.

Y entonces llegó Gaspar.

No soy una dog-person, ustedes lo saben. Es más, me reconozco aulirófila perdida, y si algo tienen los gatos es su renuencia a cualquier tipo de vestimenta, adorno o judeada; como mucho el clásico collar con cascabel. No hay nada más triste que ver un gato vestido. Pobre bicho.

Pero los perros son diferentes. Son seres lameculos, literal y metafóricamente, y se dejan (los gatos nunca ‘se dejan’, como mucho, ‘dejan’). Así que la gente que viste a sus perros se merecería ir al primer círculo del infierno, por desafiar a dios.

Pero claro, entonces llegó Gaspar. Y la navidad. Y Elisa. ¡Y miren en lo que me he convertido! Una dueña de perro guaranga que disfraza a su mascota y le saca fotos… increíble. ¡Al limbo conmigo!



Ya mismo estoy abriendo la página de MercadoLibre. A ver dónde puedo conseguir un par de flamencos rosados para mi jardín.



jueves, 12 de julio de 2012

6

La culpa es de la música

Como saben, no soy demasiado musical, aunque sí muy cine-seriéfila. Nada demasiado especial en sí mismo, pero cuando música y cine/TV se cruzan, pueden tener resultados bastante inesperados. Al menos para mí.

Por ejemplo, por culpa de la película Coneheadsno puedo escuchar la canción ‘Tainted Love’ sin reírme. Si suena ‘Ooka chaka’ imagino bebés danzarines, y si escucho a Barry White se me antoja bailar en el baño, todo gracias a ‘Ally McBeal’. Contra toda lógica, la canción ‘Blue Moon’ me asusta, aunque seguro soy predecible si les cuento que suspiro deseando ser Kelly McGillis al son de ‘What a wonderful world’...

Este tipo de asociaciones musicales me complican bastante a la hora de hacer gimnasia. Estoy segura de que mi profesora de aquagym pensó que estaba loca cuando me empecé a reír como descosida sin motivo aparente. Es que sonaba ‘The Final Countdown’ y todos mis compañeros, afanados en hacer sus ejercicios, me parecían igualitos a Gob Bluth...

La culpa no es de la música.

Gob en acción... 'Arrested Development'

domingo, 8 de julio de 2012

20

Manías

No me gusta encontrarme con conocidos mientras hago mis compras en el súper. Siempre, siempre, me miran el carrito, y estoy segura de que me juzgan en función del tipo de leche que elijo o a la cantidad -o ausencia- de frutas y verduras que llevo.

El carrito perfecto, que NO es el mío.

Odio ir de compras.

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