Red Shoes

Nunca tuve zapatos rojos. Creo que es algo absolutamente imperdonable, mucho más desde hace un ratito a ahora.

Estaba buscando imágenes de zapatos rojos para una entrada y descubrí que existe algo llamado ‘The Red Shoe Initiative’. Me puse a investigar y resulta que la ‘Iniciativa del Zapato Rojo’ es una campaña nacional de salud cardiovascular (en Estados Unidos, claro, los yanquis son especialistas en ocurrírsele estas cosas) que básicamente implica salir a bailar en zapatos rojos, aunque también promueve acciones como mantener una dieta saludable, hacer caminatas e incrementar la actividad física. Personajes como Susan Sarandon (siempre está metida en alguna de estas cosas la Susan), Courtney Cox y Eva Longoria, así como gente de la moda, la música e industrias médicas se han unido a esta ‘cruzada’.

Alrededor del país se organizan bailes los ‘Days of Dance’, parece que el próximo es el 28 de febrero, y se puede averiguar en línea dónde se celebrará el más cercano a tu casa.

Dance, walk, move, even the smallest stops count. Day of Dance celebrates the Red Shoe as a symbol to inspire action for good health. Bring your friends and family to dance, learn simple ways to stay healthy, enjoy music and participate in health screenings.

Entre de los eventos que organiza la Red Shoe Initiative también se incluyen remates de zapatos rojos de celebridades, autografiados y todo. ¿Quién no querría los Manolo Blahnik rojos de Carrie Broadshaw? Yo sí. Quiero hacer como Dorothy, chocar los taquitos de mis preciosos zapatitos rojos y majaderear lindo y parejo: “¡Quiero ir a casa, quiero ir a casa, quie-ro-ir-a-ca-sa!”

ToTo, allá voy.

Llaves

Dejaré la ventana abierta, la cama sin llave. Mi cuerpo dispuesto esperándolo en ella. Pero no se equivoque, yo sí tengo candado, tranca y cerrojo.

(Le puse una copia de la llave en el bolsillo del pantalón, el de atrás.)

No sos vos, soy yo

Mi dios, miro la fecha de la última entrada y me siento avergonzada y un poco triste… dos meses ya y contando, y no he sido capaz de escribir ni la más mínima frase en EriSada. Tengo proyectos, cosas a medio armar, cosas casi terminadas, pero no me puedo sentar a escribir. El tema es por qué, ¿no?

Motivos personales. Como dice un bloguero al que sigo: “La vida cambia y puede hacerlo cuando menos te lo esperas, a veces sin previo aviso, otras, aunque previsiblemente, de modo desconocido y temeroso.” Bueno, hace un par de meses, precisamente cuando empezó mi inercia, mi vida cambió – inesperadamente, sin previo aviso, de un modo desconocido y sí, que me llena de miedo – y todavía no he podido ni siquiera decidirme a pensar en otra cosa.

Been(was)waiting for a dream to seep in through my blinds...   Increíble.

Voy a volver. Podrían ser apenas unos días más de inactividad, de hecho estoy escribiendo esta explicación/disculpa, o tal vez un par de semanas, o a lo mejor me cuesta más trabajo ponerme en onda otra vez, pero bueno, voy a volver. Si alguien se toma la molestia de seguir este blog, téngame un poco de paciencia. Estoy muy feliz y lo estoy disfrutando demasiado para ponerlo en palabras, aún.