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lunes, 15 de agosto de 2016

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Torta Mousse de Frutas

Como bien saben, me gusta mucho cocinar, especialmente la repostería, y me suelo lucir en las reuniones con mis creaciones (¿humilde, yo? naaaa).

Por eso se me ocurrió que podría compartir con ustedes la receta de la última torta que hice, y que llevé al cumpleaños de una amiga (y ya de paso les doy el link de esta entrada a quienes me pidieron la receta, que son unos cuantos). Es que publiqué la foto en Facebook y tenté a mucha gente (perdonnn).

Torta Mousse de Frutas

Mi amiga es uruguaya, pero vivió muchos años en Puerto Rico y tiene debilidad por las frutas, así que quise hacerle algo a su gusto. Claro, las frutillas y duraznos no son tan exóticos como las frutas caribeñas, pero tienen lo suyo y son deliciosas.

Así que bien, aquí va la receta:


Torta Mousse de Frutas

Ingredientes

- Un bizcochuelo de vainilla.
- Crema mousse: Para la crema necesitarán: 1 caja de postre de vainilla Royal (8 porciones), ½ litro de leche, ¾ litro de crema doble, 4-5 cucharadas de azúcar, 2 sobres de gelatina sin sabor.
- Frutas: 1 lata de duraznos en almíbar grande, 1 kilo de frutillas y 2 kiwis (opcionales y solo para decorar, si los ponen en la crema quedan amargos), pero pueden usar las frutas que deseen.

Torta Mousse de Frutas

Procedimiento

Armado (1ª parte)

1. Para empezar, debemos hacer un bizcochuelo de vainilla en una asadera desmontable de aprox. 22cm. de diámetro. Si quieren la receta del bizcochuelo, me la piden en los comentarios.
2. Una vez frío, cortan el bizcochuelo en tres partes (la del medio no la van a usar, así que se la pueden ir comiendo), y ponen la parte de abajo en un platón de postre. Lo humedecen con el almíbar de los duraznos.
3. Vuelven a colocar el aro de la asadera a su alrededor. Yo también le pongo unas tiras de acetato (bah, unas tiras anchas que corté de unas placas de rayos X viejas) contra la asadera – esto ayudará a que sea más fácil sacar la asadera más tarde.
4. Preparan la crema mousse de frutas.

Crema mousse de frutas

1. Preparan el postre de vainilla con la leche, siguiendo las indicaciones del envase (aunque van a usar la mitad de la medida de leche indicada, solo ½ litro) , y dejar enfriar.
2. Baten la crema doble con el azúcar hasta lograr una chantilly.
3. Reservan parte de la chantilly para decorar.
4. Hidratan la gelatina con una cucharada o dos del almíbar de los duraznos (en una taza, mezclan la gelatina con el almibar y lo llevan al micro 30 segundos).
5. Mezclan la gelatina con el postre de vainilla (si está muy duro lo pueden batir con la batidora)
6. Mezclan el postre de vainilla con el resto de la crema chantilly con movimientos envolventes para tratar de que no se baje mucho.
7. Agregan a esa crema las frutillas y los duraznos picados (recuerden reservar una parte para decorar la parte de arriba).


Torta Mousse de Frutas


Armado (2ª parte)

1. Decoran contra la asadera con trozos de durazno, frutillas y kiwis.
2. Vierten la crema mousse con cuidado de no desarmar la decoración de frutas, como tiene el aro de la asadera, no se derramará.
3. Colocan la parte de arriba del bizcochuelo tapando la mezcla. Lo humedecen con almíbar de los duraznos.
4. Extienden la crema doble que habían reservado sobre el bizcochuelo.
5. Decoran con las frutas que habían reservado.
6. Refrigeran por lo menos por 6 horas para que la gelatina cuaje bien.
7. Retiran el aro de la asadera y los acetatos y rezan para que no se les venga abajo todo al hacerlo (broma).

No es un postre difícil, aunque lleva su tiempo porque tiene muchos pasos... pero les puedo asegurar que el resultado es espectacular. La crema mousse es muy sabrosa, la frescura de las frutas siempre es un acierto, y además tiene una pinta bárbara.

A mi amiga le encantó :)

¡Qué les quede rica!!

domingo, 7 de agosto de 2016

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Hace quince años

Hace quince años, el 2001 llegó cargadito de acontecimientos. Ese año pasaron muchas cosas importantes para mí: Peter Jackson estrenó la primera película de “El Señor de los Anillos” , mi libro favorito de todos los tiempos, Al-Qaeda hizo estrellar dos aviones contra las Torres Gemelas y cambió la dinámica del mundo, mientras que en la Argentina comenzaba una crisis que nos alcanzaría al año siguiente.

Sin desmerecer la importancia de esos eventos, en mi vida, lo determinante del 2001 fue el nacimiento de Alessandra, mi segunda hija, una madrugada helada a fines de julio. Estaba con licencia por maternidad cuando atacaron las torres y por eso pude ver la catástrofe en vivo; mi ex me llevó a ver El Señor de los Anillos en la semana de estreno y nos prometimos seguir viendo las siguientes películas el mismo día (no lo cumplimos, para El Retorno del Rey ya estábamos separados), la crisis del 2002 nos golpeó fuerte -si no en el bolsillo, en nuestros proyectos- y la vida familiar se fue al diablo.

Pero el 2001 fue especial, igual que el 95 antes, porque más allá de lo que ocurriera a nivel global, sea conflicto armado, crisis financiera o evento cultural, fueron los años en que nacieron mis niñas, y todo cambió para siempre.

Me parece mentira que Alessa ya tenga quince años. El sábado pasado le festejamos sus “Quince” y estaba reluciente con su vestido blanco cortito, championes negros y pelo violeta. Porque si hay algo que es Ale, es original, y me salió bien friki.

Alessandra se está convirtiendo en la jovencita excepcional que se adivinaba desde hace años. Es inteligente, creativa, malhumorada, y siempre tiene la última palabra. Es muy radical –como buena adolescente– ve el mundo en blancos y negros, y muchas veces lo encuentra en falta, pero solo por estar en él, le aporta color... violeta en este momento.


No es la primera vez que describo a mi niñayanotanniña, y no hay mucho nuevo que decir. Sigue leyendo como desaforada, escribiendo historias inquietantes, y adorando los comics y los anime; tanto que para festejar sus emblemáticos Quince Años, va a ir a una convención de comics en EEUU, con cosplay y todo.

Es divina.

Hace mucho, en una película, escuché una frase que se me quedó grabada: “si todos los niños son especiales; uno se pregunta cómo es posible que después se conviertan en adultos tan comunes”. Siendo testigo de la evolución de más adolescentes de los que puedo recordar, puedo acreditar que esto pasa, pero estoy segura de que no va a ser el destino de Alessa. Si algo va a ser toda la vida, es original.

Y sí, soy una madre boba. Tengo derecho; tengo las hijas más maravillosas del mundo.

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