Gruñe irritada, tiene hambre. Necesita acostumbrarse, lo sabe. Pero vivir muerta - aun con sus ventajas - arruina la estética de todo. A ella nunca le gustó el rojo.
domingo, 9 de agosto de 2009
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2 comentarios:
Nunca le gusto el rojo, pero tiene hambre y su apetito es voraz... Un día de empacho no hace tanto daño :P xDD
Esa es la idea. Ni modo, hay que adaptarse. Gracias por el comentario.
Y vos, ¿qué opinás?