Gillian: Normal people think that's a good thing.
Cal: Are you saying I'm not normal?
El arte de mentir bien depende de tres puntos; si los dominan, nadie se dará cuenta de que son unos mentirosos redomados:
• alejarse lo menos posible de la verdad,
• y tener muy buena memoria.
Lo de la buena memoria es fundamental (punto tres), todos sabemos que las mentiras tienen patas cortas, y para recordarlas bien, lo mejor es mentir pocas veces y poco (puntos uno y dos). Habría un cuarto punto, pero es relativo: ‘no creer tus propias mentiras’; y digo relativo, porque si bien creerse las mentiras sería un delirio, si se las creen, seguro engañan al polígrafo, a Tim Roth en ‘Lie to Me’ y hasta a San Pedro en la Puerta.
Pues bien, teniendo en cuenta lo anterior, intenté inventar mentiras verosímiles y elegir verdades increíbles (pero créanme, son verdad). Creo que no lo hice tan mal, porque nadie acertó a las tres :)
2- Casi nunca escucho música. Verdad. Increíble pero cierto, solo escucho música en el auto, y creo que porque no se puede hacer otra cosa. Ni siquiera tengo radio en mi casa, y no es que no la disfrute, lo hago... las pocas veces que me acuerdo de escucharla. Sí, sí, soy un bicho raro. Ya sé.
3- Mi primer beso fue a los 23 años. Verdad. Mi primer beso, mi primer novio, mi primera vez... todo a la avanzada edad de 23 años. Y no me pregunten qué había estado haciendo hasta ese momento, que ni yo sé (mentira, sé: leyendo, mirando televisión y yendo al cine; era una friki total). Pero no se preocupen, he desquitado el tiempo desde entonces :)
4- Si se dieran las condiciones, tendría otro hijo. Mentira. La única condición que tendría que darse para que yo tuviera otro hijo, sería retroceder en el tiempo unos 13 años, antes de que naciera mi segunda niña, y como eso es imposible: ni ahí, más hijos no quiero, que además ya estoy vieja para mandar cartitas a París, aunque siga practicando caligrafía.
5- Todavía tengo la mayoría de las muñecas con que jugaba de niña. Mentira. Nunca jugué con muñecas, no me gustaban; yo era de las niñas que viven subidas a los árboles, haciendo experimentos o inventando travesuras. Lo único que conservo es un osito apolillado que ni sé cómo sobrevivió a aquellos años.
6- No me gustan las golosinas; no como caramelos, chicles o chocolate. Verdad. No me apetecen, para mí es como si no existieran, como mucho puedo comer algo de chocolate amargo cada muerte de obispo... ¡gracias a dios!! Porque si aparte de todo me gustaran las golosinas, ¡sería el doble de gorda!
¡Gracias por participar!!!
26 comentarios:
jejeje, eres una gran manipuladora ;D Bueno, te pillé en una nada más. ES un juego muy divertido de hacer. ¿¿¿23???...
¡¡¡Un beso!!!
mmmmmmmmmmmmmmmmm lo del beso me sonó a............
jajajajaja abrazo
Mi respuesta fue 2,3 y 5 verdades...no estuve tan mal. Aunque discrepo con la 6 pero bueno...
"Yo nunca perdí un juego; simplemente se me acabo el tiempo para ganarlo".
Vincent Lombardi.
(Alt + tillo)
He acertado una. Sabes mentir muy bien, je,je.
Así que 23. Bueno, más vale tarde que nunca.
Un abrazo.
Jajaja, hubiera jurado que eres golosa, después de ver aquella receta de hace unas entradas... Un saludo bajo cero.
Bea, has estado muy bien, ¡claro!!! Además vos me creíste en lo del beso, que era bastante difícil de creer :)
Alt+tillo, ¡que una vez te haya convidado un chicle que tenía en la cartera no me hace comedora de chicle!!! ¡Recordá que tengo hijas a quienes sí le gustan las golosinas! (y decile a Vincent que tuviste tiempo más que suficiente) Jajaja
Saludos!!
Alcorze, jaja, es muy divertido, sin dudas. Y sí... ¡¡¡23!!! Me parece increíble ahora, pero sí. ¡Suerte que he tenido un millón de besos desde entonces!!
Fiaris, que es verdad, que es verdad :D Dicen que la verdad es más extraña que la ficción, ¿no?
Besos a los dos ;)
Perikiyo, ¡gracias! Me esmero ;) Y sí, ya sé que 23 es una avanzada edad... pero bien decís, ¡más vale tarde que nunca!!!
Negre, soy golosa, pero no de golosinas. Tortas, masitas y postres, me encantan, y sobre todo me gusta mucho hacerlos, adoro la repostería.
Estuvo bueno, ¡muchas gracias por participar!!! :)
fallé en la 3, pensé que en esa mentías
jajajajaja, ¡mentirosillaaaaa! pero me he reido mucho, me gusta el blog.
Paste a vernos cuando puedas.
Carmen, es que esa era bastante increíble, ¿verdad?
Maestro, muchas gracias y me alegro de que te hiciera reír, jaja. Ya me pasé por tu blog también, está muy bueno. Gracias por la visita, seguiremos viéndonos :)
Saludos!!!
23 años??? uuuaaauuuuhhhhh, espero que te desquitaras muy deprisa, jijijiji...
Un beso y gracias por tu comentario.
Me desquité, me desquité, jajajaja. Gracias Katy, y saludos.
:)
Te creo, incluso en las increíbles (como la del beso, o las mu~ecas) porque yo soy así, y a un a~o de los 23, no hay beso ni nada, así que para mi no es algo increíble (siempre he creído en la importancia de las primeras veces, quizás esa es mi excusa, aparte que me la paso leyendo o dibujando jaja)
Tan cierto eso del mentir, es un arte, y si lo practicas mucho, sale con fluidez ;)
Un abrazo!
Siempre creí lo del beso a los 23. No me parece tan grave, ni tan loco. No pensé que no supieras nadar, ni que no escucharas música ¡ni que no te gustaran las golosinas! Especialmente el chocolate, porque los caramelos, los chicles, son prescindibles. ¡Pero el chocolate no!
Saludos Ana!
Akanesita! ya veo que perteneces a mi club, el de las tardías, y me parece muy bien, ¡que al fin y al cabo no hay tanto apuro!!! Yo también leía y dibujaba mucho, eso es algo que he perdido. Sigo leyendo, pero ya casi no dibujo, no tengo esas urgencias. Una pena, la verdad.
Saludos (y no soy tan mentirosa ;)
Yo miento peor que mal. Esa es la razón de que nunca mienta y si algun amigo me embarca en una mentira común, nos acaban descubriendo a ambos por mi culpa.ç
En definitiva, necesitaría hacer un curso acelerado de mentiras, pues he de reconocer que, a veces, pueden ser de gran ayuda para salvaguardarte.
Un abrazo!
Abi, eso del chocolate me lo han dicho muchas veces y en cierta forma comparto, porque es delicioso, pero... ni me acuerdo que existe. Muuuuuuy de vez en cuando puedo comprar un poco, pero no me lo como todo junto y suele durar.
Lo del beso, yo que sé, estaba tan metida en mi mundo que hasta que apareció alguien que lo sacudió, no me molesté en salir, jaja.
Saludos, ¿mucho calor en la otra orilla?
Daltvila, creo que todos mentimos un poco, y si no lo hacemos, ocultamos cosas o las 'embellecemos'. Es verdad que a veces nos pueden salvar de alguna situación, otras uno miente para no herir a las personas (¿por qué me tenía que preguntar si el vestido ese espantoso le quedaba lindo?). Eso es diferente de los mitómanos que mienten por mentir.
Ser bueno o malo mintiendo, ya es otro tema. Yo en realidad no sé cómo soy, una cosa es la teoría y otra la práctica, jajaja.
Saludos!!!
"Calor, lo que se dice calor" hizo la semana pasada. Nos derretimos y se cortó la luz por todos lados porque se pusieron los equipos de aire a todo vapor. Después llovió, hizo un hermoso fresco y hoy hemos tenido un día templadito, con algo de calor, pero también con una linda brisa fresca.
Más o menos como acá, la semana pasada fue imponente, sobre todo el fin de semana del 26-27, después vino una tormenta que voló techos y esta semana ha estado mucho más potable, anoche incluso llovió otra vez. Qué cerquita estamos, que hasta compartimos el mismo clima, ¿verdad?
:)
Uhh qué pena que no llegué a tiempo. Me hubiera gustado participar. Igual, no habría acertado. Le erraba por lejos. jaja.
abrazo
Sigma, la próxima juegas, aunque le erres :) Un gusto tenerte de vuelta por aquí!
Saludos!
Pasé por aquí hace unos días a echar un vistazo y me enteré de tus verdades y mentiras. Me encantó este juego, jajaja. Y, además, me anoto los consejos que das ahí arriba para mentir bien. Si aprendo a utilizarlos en mis historias detectivescas..., igual hasta consigo algún día que no se me adivine a las primeras de cambio quién es el asesino, jajaja ;-)
Cid, me divertí tanto pensando en mentiras y verdades para el juego como ustedes tratando de adivinar :D, ¡a ver si nos pones a tus lectores a pensar también!! Y seguro podés usar esos consejos en tus historias, pero te aseguro que no se adivinan a las primeras de cambio tus asesinos!
;)
Es cierto que a veces no queda otra que mentir, sobre todo cuando nos preguntan cosas que no merecen otra cosa que una mentira. Otras veces se miente por cobardía, y otras veces en defensa propia. Como sea, hay que tratar que las mentiras, si no queda más remedio, no lastimen, y sobre todo, ser coherentes (siempre que se miente, que sea en la misma dirección y sobre el mismo tema, asi no corremos el riesgo de quedar al descubierto).
Pero en lo posible, sería genial no necesitar mentir nunca.
Te creí todo lo que dijise!
Un beso.
Y vos, ¿qué opinás?