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sábado, 5 de octubre de 2013

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Feliz Día!

Hoy es el Día Mundial del Docente, y como somos varios los docentes en este medio, quiero homenajearnos compartiendo con ustedes un cuento del uruguayo Mario Benedetti que da para pensar.

Salvo excepciones




En la sala repleta circuló un aire helado cuando don Luciano, con todo el peso de su prestigio y de su insobornable capacidad de juicio, al promediar su conferencia tomó aliento para decir: “Como siempre, quiero ser franco con ustedes. En este país, y salvo excepciones, mi profesión está en manos de oportunistas, de frívolos, de ineptos, de venales”.
            
A la mañana siguiente, su secretaria le telefoneó a las ocho: “Don Luciano, lamento molestarlo tan temprano, pero acaban de avisarme que, frente a su casa, hay como quinientas personas esperándolo”. “¿Ah, sí?”, dijo el profesor, de buen ánimo. “¿Y qué quieren?”. “Según dicen, se proponen expresarle su saludo y su admiración”. “¿Pero quiénes son?”. “No lo sé con certeza, don Luciano. Ellos dicen que son las excepciones”.


Mario Benedetti

¡Feliz día a todos mis colegas!!

3 comentarios:

S. Cid

Jaja, qué buen relatito.

Pues también yo te doy las gracias por la felicitación aunque, si pudiera, cambiaría de profesión en el tiempo que lleva un estornudo. Sí, tan desencantada me siento.

Saludos.

Ana Laura

Uff, cómo me demoro en responder comentarios. ¡Estoy haragana perdida! Bien nos merecemos un día con el trabajo que pasamos tooooodos los demás días.

Negre, ¡de nada!! :)

Cid, me alegro que te gustara el relato, y me apena que estés tan desencantada, pero te entiendo. Es una profesión difícil esta que elegimos!!!

Un saludo primaveral a ambas :)

Y vos, ¿qué opinás?

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