Siempre quise ser una chica mala, una femme fatale. Quería usar ropa ajustada y fumar cigarrillos y apagarlos con segura puntería usando el taco de mis stilettos rojos; ser mala à la Modesty Blaise, Jessica Rabbit o Mae West. Certera con un arma o con mis caderas, es igual, quería atraer motoqueros rudos en cuero negro o inteligentes literatos de lentes.
Así como son las cosas, solo uso ropa ajustada cuando invariablemente me queda chica, y si bien tengo tacos varios, nunca se me dio por fumar y mi puntería es un asco. Traté de ser temperamental pero me quedé en malhumorada, y honestamente, lo único que mato son moscas. Los hombres de cuero negro brillaron por su ausencia, y aunque mi ex usa lentes, no cumplía con las otras condiciones.
Pero bueno, siempre fui más una Sandy Olsson que una Betty Rizzo y ya me conformé: las Sandys tenemos lo nuestro igual. Pero eso no quiere decir que haya perdido mi fascinación por las chicas malas. Por eso me encantó esta canción que encontré paseando por youtube, y la colección de portadas de novelas ‘pulp’ que la acompaña.
Espero que la disfruten como yo.
The Boys tendrá un final muy loco
Hace 3 horas