Yo adoro las metáforas. Bueno, no solo las metáforas: me encantan los símiles y las antítesis, aunque desprecio un poco los eufemismos; las prosopopeyas me surgen naturalmente y me quiebro la cabeza para inventar paronomasias.
Lamentablemente soy un desastre al momento de usar esas figuras literarias, aunque no se me complica descubrirlas y entenderlas. Supongo que por eso mismo me gustan los dichos. Obviamente, para eso soy mala también; aunque el hecho de que los dichos sean metáforas prefabricadas ayuda.
A veces –pocas– cuando estoy particularmente inspirada, puedo mandarme alguno que pega perfectamente con la situación, pero generalmente es gastar pólvora en chimangos ;)
Por ejemplo, cuando alguien me pregunta cómo estoy –y pienso en todo lo que encierra esa pregunta, ¿me preguntan cómo estoy como madre, ama de casa, profesora, bibliotecaria... o como mujer, que es todo eso en una?– me encantaría encontrar una alternativa ingeniosa al ‘estoy bien’ de toda la vida.
Hace unos seis años, cuando me separé, mi frase en la vida era: ‘Al mal tiempo, buena cara.’ (No está mal, ¿no? Bastante optimista) Cuando me adapté un poco a mi nueva situación –y me percaté de sus bondades– cambié por: ‘El buey solo bien se lame.’ (Ja, y que me lo vengan a discutir).
Más adelante, y por medio de una amiga, descubrí: ‘sed non casta, tamen cauta’ (si no casta, al menos cauta). Me encantó y me venía como anillo al dedo –aparte de que está en latín, y suena extremadamente culta. ¿Díganme si no es maravillosa? He tratado de seguir fielmente esa máxima, que a nadie le interesa lo que hago y dejo de hacer (y si le interesa, que se muera de curiosidad).
Y por fin hoy llegué a: ‘quien juega con fuego, termina quemado’. Está lejos de ser la gran frase, pero ilustra perfectamente lo que me pasó. Me quemé.
Pero bueno, también es cierto que ‘el que no arriesga, no gana’. Jugar con fuego está bien, le agrega sal al asunto de la vida. Tampoco es cuestión de inmolarse en la hoguera cual viuda hindú, pero puesta a elegir, prefiero tener alguna que otra ampolla, que seguro pronto sanará, a una piel sanita y clara pero intocada. Y cuando se arriesga, siempre existe la posibilidad de ganar, ¿o no?
Que la vida son cuatro días y dos amanecen nublados :).
Es probable que ya hayan adivinado que esta entrada no es realmente sobre metáforas - o fuegos. La verdad no sé muy bien de qué va. Tal vez sobre cómo comunicarme con honestidad y sin dar tantas vueltas al asunto. O a lo mejor acerca de ser capaz de analizar mi situación para poder remediarla de alguna manera. O simplemente quiera liberar un poco de presión...
Quizás solo se trata de aprender a decir: ‘Estoy bien. ¡Gracias por preguntar!’
jueves, 30 de junio de 2011
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De fuegos y otras metáforas
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15 comentarios:
Gracias, Bea. ¡Espero ser clara!! Yo también los he echado de menos, pero ya ando por acá otra vez.
Besos!
Me alegra volver a verte, Ana. Como cantaba Manu Chao (más o menos) Me gustan las metáforas, me gustas tú!!! :D Se te echaba de menos. Me alegra ver que "estás bien" ;)
Ah, bienvenida de nuevo a la Red... Un amigo, un tesoro ;-)
Un abrazo veraniego.
¡Qué bien verte de nuevo! :-)
Y, ya sabes: cabeza alta, hombros atrás, respirar hondo, sonrisa en la cara... y la vida parece otra, oye :-)
Besotes y no vuelvas a irte tanto tiempo, que con tu ausencia le haces un agujero inmeeeeensoooo a la blogosfera. ;-)
Besotes.
Alcorze, je, muchas gracias. Y me encanta Manu Chao (aunque la canción no fuera exactamente así) Que voy a hacer, je ne sais pas.Que voy a hacer, je ne sais plus! ;)
Negrevernis, muchas gracias por la bienvenida; y tenés razón, ¡esa es otra excelente frase!
Cid, siiii, exactamente eso estoy haciendo. No creo que me vuelva a ir tanto tiempo, ya estoy bien, necesitaba hacerme bicho bolita un rato nomás. Uff, ¿tanto como un agujero tan grande? ¡Eso es todo un piropo!
Muchas gracias a todos y muchos besos, yo también los extrañaba mucho :)
que bien que estés de vuelta!! y espero que no sea metaforicamente, jeje. Yo pienso que a veces uno se complica mucho la existencia de a oquis... o algo así (se lo escuchaba decir a mi má). El hecho es que, aunque uno no esté bien, cunado la gente nos pregunta siempre tenemos que decir lo contrario, porque es lo que ellos esperan ¿no?
Por cierto, no puedo comentar con mi nombre en los blogs que tienen este formato, pero soy Kalita la + Bonita, sólo pa que sepas XD
Un beso!!
El que madruga cuchillo de palo decía un amigo, creo que tener una vida es algo interesante sobretodo si uno va aprendiendo a reirse un poco más cada día de si mismo, un abrazo.
Muertevideano, más vale no tomarse la vida tan en serio, tienes mucha razón. Reirse de uno mismo es clave.
Un saludo, besos!
Hola Anita! a veces es preferible hacer y arrepentirse q arrepentirse de no hacer nada...yo prefiero quemarme, beso grandote
Coincidimos, Anónimo (qué lástima que seas anónimo), yo también prefiero quemarme... ¡pero cómo arden las quemaduras! :(
Karlita, ¡se me había escapado tu comentario! Tenés razón, acá en Uruguay cuando nos preguntan cómo estamos, solemos decir: "Bien, ¿o te cuento?"
Un saludo, ¡y no andes empalando demasiados vampiros que me encantan!
A veces cuesta ser clara y directa con las cosas, otras veces es que no queremos (o no podemos) ser tan transparentes. En fin, es un gusto leerte y saber por tus letras que estas bien.
Como sabes también he andado flojita, sigo llevando tiempos difíciles y solo posteo y comento cuando siento muchos deseos de hacerlo, como ahora que vengo a dejarte un abrazo cariñoso.
Pues nada, sigo leyéndote, amiga
Un beso.
Bueno, esta entrada es antigua, así que espero que ya a estas alturas estés mejor y más aclarada... y te doy la razón: si no hay riesgo, no hay sal. Todo en su justa medida, of course, pero hay que arriesgarse de vez en cuando.. bueno, a mí me gusta ese principio
AH! se me olvidó comentarte, que también soy Laura y tengo una mata de pelo rizado que no puedo con él :) pero tu eres del sur sur y yo soy del norte del sur.
Me voy a dormir, saludos!
Tani, se me había traspapelado tu comentario, que mal yo. Te agradezco mucho la visita, y como lo leo tanto más tarde, por suerte estoy mucho mejor ya. Espero que tú también hayas mejorado con el tiempo.
Muchas gracias y un beso grande.
Treintanera, siiii, por suerte las cosas poquito a poquito han ido mejorando. Bueno, las cosas no, la situación sigue siendo más o menos la misma, pero yo poquito a poquito la he ido superando y aprendiendo a llevarla. Así que sí, estoy mejor. Y siempre es preferible arriesgarse a ganar que ni siquiera hacer el intento, ¿verdad?
Así que las dos somos Lauras enruladas, jaja, son graciosas las coincidencias.
Qué descanses!!
Y vos, ¿qué opinás?