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viernes, 20 de marzo de 2009

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¿Gatos flacos?

Si empiezo esta entrada como pensaba, escribiendo: “explorando el Twitter” seguramente me criticarán por hereje incoherente. Pero bueno, ahora que estoy en el universo ornitológico ese, al menos puedo pasearme un poco por ahí. La cosa es que explorando el Twitter me encontré con que hay un montón de gente chiflada por los gatos… supongo que esto mismo lo podría haber descubierto googleando, pero ta, me gustaron los gateros de Twitter.

Yo estoy chiflada por los gatos también, aunque no soy una chiflada clásica. No aprendí a teclear con un gato en el brazo, ni duermo como una contorsionista porque ellos ocupan el centro de la cama o escribo una página web sobre mis mininos... ups. Pero nunca pude dejar de tener algún gato en la vuelta, aunque la Vaga se compadezca de mis animalitos y diga que no los quiero. No sé, es medio contradictorio el tema: me gustan pero me molestan. No puedo vivir sin ellos, pero vivo renegando... y no me digan Gata Flora.

En este momento tengo dos gatitos de unos seis meses, hermanitos ellos, Blue y Flor – Flor, no Flora – bautizados por mis hijas Elisa y Alessa respectivamente. Algún arreglo entre ellas mediante, parece que los dos gatos son de Ale y el perro, Nico, de Eli. Me di cuenta porque hablan de madres, hijos y tías y ese tipo de relaciones familiares. Creo que me toca ser la abuela en ese esquema de parentelas. Había una ardilla también, hija de Eli, pero se la comieron los gatos, así que además de molestosos, son gatos fraticidas.

En realidad, con mis dos hijas tengo suficiente, ni hablar de las bolsas de 25 Kg. de comida de perro – que no entran en ningún lado, las piedritas sanitarias de gato, la cama llena de pelos, el sillón siempre ocupado y el constante maullar durante la noche, y sí, abuela desnaturalizada pueden decirme, pero los gatos duermen afuera.

Bueh, estoy divagando ya y me alejé bastante de lo que iba a decir en primer lugar. El tema es que paseándome por las cuentas de los gateros de Twitter, me encontré con esta publicidad de Whiskas que me fastidió tanto como al gatero que la publicó.



Entiendo que los gatitos tengan que estar saludables, pero si tengo que cuidar la silueta de mis bichos además de la mía, me muero del estrés. ¡No es posible que haya Whiskas 0%!! Ahora ni a los animales los dejan vivir en paz. Dentro de poco vamos a tener gatos anoréxicos o dueños de gatos paranoicos, o ambos.

¿Desde cuándo acariciar un gato es hacer un diagnóstico? Se imaginan diciéndole a su minino: "Vení gatito, dejame acariciarte un poquito a ver si te siento las costillitas…"

Claro, seguro van a decir que estoy así de indignada porque soy gorda y me identifico con esos gatos panchos y redonditos, felices y sin ganas de hacer dieta. Y tienen razón. Ya lo oigo al Amigo: "venga Anita, déjeme acariciarla un poquito a ver si le siento las costillitas…"




10 comentarios:

ÉSTA ES MI OLA

jaja muy bueno el gato flacos? jajaj
mi gato creo que lo tiene jaja
a pesar q de vez en cuando le doy whiskas pro se me va un platal en comprar esas pastillas :P
compro mas baratas y creo q es eso q lo tiene a mal traer jaja
por ahora no tiene dificultad para caminar,
tiene dificultad para saltar
jaja
saludos profe
Lucas De León
5º cientifico

Ana Laura

Vos me entendés, Lucas, más vale gato gordo y feliz, que flaco y traumado.

Anónimo

Hola discordiana mater, después de leer ( as always) y a riesgo de estropear el blog con éste comentario, te cuento que yo también adoro los gatos, gordos,flacos, normales, porque no hay representante más envidiable de seres que disfruten de los placeres de la vida y la desobediencia que ellos, no? El último que tuve, uno de los más lindos ejemplares de siameses que conozco, de 11 años, pasó a un plano se supone superior a éste, donde seguro encontrará mejores lugares para dormir sus interminables siestas, más espacio para estirarse a piacere, rincones y regazos placenteros donde acurrucarse durante el frío, sillones que florecen para su manicura, montones de "floras" por doquier...en fin, que pasó a mejor vida... se llevó un montón de mis más escondidas lágrimas, un momento "olvidable" por el tema tan vigente de la eutanasia, pero me dejó más recuerdos gratos y felices de compañerismo que mucha gente a la que no veo seguido... por todas esas cosas, amo a los gatos! Un saludo por si no encontraste el paralelismo entre pancho y hotdog.mvd!

Walter Hego

Ana: Dado que sos ailurófila, como yo, te dejo el vínculo a la sección de mi bog que, en un alarde de originalidad pasmosa, intitulé Gatos.

Ana Laura

Me encantó el termino de aulirofíla. Sin dudas lo soy, ya voy a ver tus gatos.

Walter Hego

Ana: Contesté tu comentario en mi blog y te dejé allá un par de preguntas. (Soy tan curioso como un gato.)

Cinthia

Está notable el de los gatos flacos!!!! Parece que te veo en tu living con el gaterío arriba. A mi también me pasa lo mismo con los míos, y recuerda que estamos emparentadas, ya que tus gatis chicos son hermanos de la mía.

Y vos, ¿qué opinás?

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