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sábado, 7 de febrero de 2009

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No es infierno

El infierno de los vivos no es algo por venir; hay uno, el que ya existe aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Hay dos maneras de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de dejar de verlo. La segunda es riesgosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacer que dure, y dejarle espacio.



Ítalo Calvino
Las ciudades invisibles


4 comentarios:

Anónimo 1

En plena preparación de la lectura del libro que citas, te encontré.
Efectivamente en esta vida existen muchos infiernos, y solo en nuestras manos está intentar convertirlos en paraísos.
La energía que la vida nos concede se presenta mediante llamadas o "alarmas" a las cuales no prestamos atención, pero están ahí.
En la peor de las miserias, puede alguien prestar una sonrisa que ilumine y de esperanza para el cambio.
Huímos de nuestras llamadas, porque no tenemos la consciencia preparada, ni alerta y lo unico que proyectamos es miedo por el simple temor a los desconocido.

Un saludo desde Madrid
Ana

Bonito blog, por aquí estoy

Ana Laura 2

Por eso hay que hacer que duren, y dejarles espacio, y no salir corriendo a escondernos entre nuestros propios muros, que deben ser los más fuertes que existen.

Anónimo 3

Personalmente me quedo con la primera opción. No por ser menos riesgosa corres peligro de no soportarlo fácilmente. Creo que el tiempo y las vicisitudes de la vida me lo han otorgado como experiencia.

Ana Laura 4

Yo prefiero la segunda, creo que esa búsqueda es intuitiva igual, no requiere esfuerzo, se hace sola...

Y vos, ¿qué opinás?

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