Por lo que he estado leyendo, los años del mono suelen ser bastante impredecibles y caóticos; lo cual no es de extrañar, si tenemos en cuenta las características del signo.
Los Monos son provocadores, ingeniosos, atrevidos, inquietos, traviesos y muy curiosos; a diferencia de otros animales del horóscopo chino, los monos afrontan la adversidad con destreza y sin mucho análisis, y son dados a la diversión y las bromas pesadas. No en vano su logo es: “yo entretengo, yo sorprendo.”
Bueno, no hay duda de que los monos -los de verdad- saben cómo divertirse; pero nosotros, los seres humanos, no tanto. A menos que nuestra definición de diversión sea ‘locura extrema’.
Para que se hagan una idea, el último año del Mono de fuego, hace 60 años, fue bastante complicado:
Alguna cosita pasó, ¿verdad?
Pero esto no es nada, porque aparte de las predicciones de fogosa actividad, parece que el año del mono será particularmente desafortunado para, precisamente, ¡los monos!! (y sí, soy mono; y no, no les voy a decir en qué año nací)
La idea es que si un mono paseandero -esa sería yo- atraviesa el territorio de otro mono -ese sería el 2016- el primer monito, indefenso él, deberá mantener el perfil bajo y no hacer olas, para que el Mono reinante (noten la mayúscula) no lo casque y pueda llegar sano y salvo al próximo reino (el 2017). Ya sé, mucha metáfora, pero la cosa es que mono con mono, no es monada.
Yo solo digo esto: a mí que no me jodan; acabo de sobrevivir el 2015, ¡ya estoy cumplida con años complicados!
¿Así que el año del mono no es bueno para el mono? Eso sí que es una injusticia. Me recordaste a Ludovica Squirru. Jajajaja.
ResponderEliminarBesotes!!!