Pues bien, esta mañana me desperté luego de un persistente, inquietante y fastidioso sueño en el que mi hija no sólo le daba una copia de la prueba de inglés a sus compañeros de clase (su profe y yo trabajamos en coordinación, así que la prueba es común), sino que les decía que yo dejaba
hacer trampa y les daba consejos sobre cómo hacerlo... ¡y luego se negaba rotundamente a pedirme disculpas!
En esta parte de la historia -vaya a saber por qué- Elisa me convidaba con una torta de chocolate deliciosa, pero eso no me hacía sentir mejor, ni en el sueño, ni cuando desperté. Todavía estoy fastidiada con ella, y más aun porque no puedo vengarme por su traición, o al menos exigirle una disculpa. Porque los delincuentes oníricos deberían pedir perdón en la mañana, ¿verdad?
Sí, sí, ya sé que me van a decir que no es su culpa lo que pase por mi cabeza. Pero evidentemente existe alguna razón para que mi subconsciente esté tan enojado con mi hija que invente historias intrincadas en las que me hace maldades. (Y si voy a ser sincera, sé muy bien por qué estoy tan fastidiada: Elisa se llevó tres materias a examen, grrrrr. ¡Tres!!! Si lo único que tiene que hacer es estudiar, ¡cómo es posible!!!)
De cualquier manera, cualquiera fueran los motivos, la respuesta es sí, los delincuentes oníricos deberían pedir perdón en la mañana, preferentemente con una porción de una exquisita torta de chocolate.
jajajaja, pues mira, también he tenido que sufrir alguna vez a esos maleantes oníricos y, como dicen ustedes, me da mucha bronca no poder discutir por eso ni que me pidan las pertinentes disculpas XDD
ResponderEliminarBesos!!!
¡Pero sin crema la torta! ¡Odio la crema!
ResponderEliminarEl cerebro humano ese gran misterio.
ResponderEliminarabrazos.
Estamos en camino de descifrar mas del 5% que conocemos del cerebro pero... en realidad lo deseamos tanto? :)) (alt + tillo).
ResponderEliminarAlguna vez, no hace tanto tiempo, también creía que los demás eran responsables por lo que hicieran en mis sueños... así que la idea me suena muy real.
ResponderEliminarUn beso.
HD
Bueno, pues veo que tu sueño tiene una base. deberás habalr con tu hija pero sé cariñosa. Te lo digo porque a mí mi padre me regañaba mucho por la snotas de pequeño y eso no logró hacerme mejor, sino al contrario.
ResponderEliminarEs un placer visitar tu blog.
Un abrazo, josef.
Huy, yo también he soñado cosas de estas. Delincuente oníricas femeninas con las que me enfrentaba por la atención desmedida que le dedicaban a mi marido...
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por la visita!
ResponderEliminarMe encantó volver a pasar por tu blog:)
Me lo apunto
Cariños
Elisa, en Rosario, Argentina
Qué increíble cómo puedo llegar a odiar a las personas que, después de confesar que su enfado se traspapelan en sueños, pone una imagen de una exquisita torta de chocolate.
ResponderEliminarHace un par de días que tengo antojo a torta de chocolate. I N C R E Í B L E.
Y che, no seas tan dura con tu hija. El rigor en diciembre es horrible. Posta.
Qué lindo blog.
Alcorze, da bronca, sí, mucha bronca, jaja. Pobre Eli, hoy la miré torcido y no entendía nada :)
ResponderEliminarAbi, para ti te haré una torta de chocolate con dulce de leche, eso sí te gusta, ¿no? (estoy segura que sí, ¡a quién no le gusta el dulce de leche!).
Fiaris, tienes razón, la forma en que funciona nuestro cerebro es un misterio, y las conexiones que hacemos, y cómo respondemos, es compleja y sorprendente.
Gracias por comentar, un saludo grande :)
Anónimo, dependerá de para qué, supongo. Si lo queremos conocer para poder sanarlo, sí lo deseamos, si queremos que sea menos misterioso y sorprendente, quizás no tanto...
ResponderEliminarSaludos!!
Humberto, creo que todos hemos soñado cosas así alguna vez, y de alguna manera, creo que son responsables, porque por algo llegamos a soñar eso, ¿no? En mi caso la relación con la realidad era bastante clara, pero no creo que sea indiscriminado en el resto de los casos tampoco.
Muchos saludos, y gracias por la visita.
Josef, la base de mi sueño es bien clara, y ya he conversado con mi hija, intentando, como dices tú, ser cariñosa pero firme a la vez. Tengo claro que si uno los presiona demasiado, al final es contraproducente. Vamos a ver cómo le va en los exámenes ahora, espero que se esfuerce así tiene un verano tranquilo y lo puede disfrutar.
ResponderEliminarMe alegro que te gustara el blog, es un gusto tenerte por aquí.
Negre, ¡las ladronas de novios/maridos oníricas son las peores!!! No les tengas piedad, que Él es tuyo y de nadie más :)
Abrazos cálidos.
Elisa, fue un gusto volver a visitarte y un gusto volver a recibirte por el blog, espero que estemos más en contacto de aquí en más.
ResponderEliminarMuchos cariños también.
Juana, ¡no me odies por favor!! Te prometo que no voy a soñar contigo y te convido con la torta de chocolate, ¿ta?
Y no he sido tan dura con mi hija, creo que por eso escribí acá esta entrada, así descargaba un poco y no me la agarraba con ella. Tiene que dar los exámenes ahora en diciembre y espero que le meta para poder sacárselos de encima, que vivimos en Piriápolis y pasarse enero estudiando en vez de ir a la playa es un bajón.
Me alegro que te gustara el blog, saludos y bienvenida :)
Hay pensamientos que no se mueren en la caloría de una dulce tajada de pastel de chocolate, ansiedad y pesadilla, pero los significados se complementan y no recuerdan luego quitarnos un buen momento.
ResponderEliminarSaludos.
Viaje [x] la colgadera
Con un trozo de tarta de chocolate como el de la foto, yo lo perdono todo... También me chifla el chocolate, preferiblemente negro.
ResponderEliminar* Me ha parecido precioso tu blog. Como se dice en la Blogostera: Me quedo por aquí.
Un abrazo
Jajajajajaja, qué cosas se te ocurren.
ResponderEliminar¡Cómo me haces reír! Gracias, no sabes qué bien me viene.
Besos.
He tenido delincuentes oníricos, pero el lo que pasa por el cerebro es misterioso, pero los culparé a los delicuentes por una tarta de chocolate
ResponderEliminarsaludos...
Peyote, tienes mucha razón, con una tajada de esa torta deliciosa, mi enojo se evaporaría del todo. En realidad ya se evaporó, eso es lo bueno de tener un blog, uno se explaya y hace catársis y sale limpita :)
ResponderEliminarUn saludo grande y gracias por comentar. Bienvenido al blog!
Daltvila, el chocolate negro y amargo es mi preferido también, mmmmm. Y Elisa ya está perdonada, ahora falta que apruebe esos exámenes, ¡se tiene que poner a estudiar!
ResponderEliminarMe alegro que te gustara el blog, y que decidas quedarte por acá. ¡Sos muy bienvenida!
Carmenchux, ¡si será misterioso! A lo mejor todo el asunto venía por el lado de querer comer torta de chocholate... lo pensaré.
Saludos a ambas, y gracias por comentar :)
Cid, me encanta haberte hecho reír, más si lo necesitabas. Cuando quieras, compartimos esa torta de chocolate ;)
ResponderEliminarBesos achocolatados desde el sur :)
¡Qué delicada línea la que separa el consciente del inconsciente! No suelo recordar los sueños. Y no lo hecho de menos. ¡Bastante tengo con soñar despierto y vivir lo que sueño! Pero reconozco ese mal humor matutino que nos describes o, en ocasiones, ese dulce regusto a experiencia vivida con la intensidad de lo real. Unas sensaciones que deberían haberse quedado allá, tras los ojos dormidos, pero que a veces se escapan a este lado donde no deberían estar y comparten con nosotros el desayuno.
ResponderEliminarUna tarta de chocolate es una buena frontera para conjurarlas.
No sabría que decirte, duermo tan profundamente que no recuerdo mis sueños, por eso se ve que soy, como dicen en catalan un "somniatruites", "sueñatortillas".
ResponderEliminarPepe, yo sueño muy seguido -o recuerdo muy seguido- y en general mis sueños son bastante detallados e incontables. Y muchas veces me persiguen en la vigilia. Ojalá siempre hubiera una torta de chocolate para conjurar unos y exorcizar otros. :)
ResponderEliminarUn saludo grande!!!
Roxe, no conozco esas expresiones... ¿qué sería un 'sueñatortillas'? ¿Alguien que duerme profundamente? Yo a veces preferiría no recordar los sueños tampoco :)
ResponderEliminarBesos
Adoro el dulce de leche! Así sí! Incluso si la crema viene con dulce de leche, puedo tolerarla!
ResponderEliminarAbi, dalo por hecho. Si algún día nos conocemos, será compartiendo una torta de chocolate con dulce de leche :)
ResponderEliminarAbrazos
Buenas..... varias cosas:
ResponderEliminarEstaba pendiente de visitarte, hoy me dediqué un rato a chusmear
Está muy chulo tu blog! me encantó el post de Erisada, peor no pude hacer ningún comentario (creo que no lo tienes abierto, no?)
La tarta de la foto fue de verdad la que te comiste, o te la bajaste de Google?? porque está de muerte!!!!
No la pagues con tu hija, pobrecita, no tiene la culpa que tu sueñes esas cosas. Pero ponle un castigo por las tres materias!!!
Y lo último: cómo hiciste para poner el botón +1 de Google plus??? es que lo quiero y no sé...
Sigo chusmeando
Treintanera, me alegro mucho de tenerte por acá y también de que te guste el blog, ¿me quedó bonito, verdad? Me encanta trabajar con su diseño y me resulta muy desestresante pasarme horas con el código de la página, sí, ya sé, estoy medio loca, ja.
ResponderEliminarNo sé por qué no pudiste comentar en la página de EriSada, pero voy a vichar así habilito los comentarios, me interesa que puedan dar su opinión también allí.
Y la torta es de google, jajaja, mi hija se ha negado totalmente a pedir perdón o hacerme una torta de chocolate... está meta estudiar para poder salvar las materias, ese es su castigo, no sale a ningún lado hasta que no termine el período de exámenes, ahh, y lo que hubiera gastado en regalos de navidad, se va en el pago de las clases de apoyo de química y literatura!!
Lo del botón +1 lo saqué de uno de los blogs de ayuda que sigo... voy a buscar el artículo y después te paso el link, ¿ta?
Un beso grande y muchas gracias por tu visita :)